He estado leyendo algunas recetas muy interesantes que David Fabres ofrece a los emprendedores. Y me he animado a escribir un post sobre la paciencia, como uno de las mayores virtudes que deben de tener los emprendedores.
Y no es fácil, porque por lo que se caracteriza un emprendedor es por su empuje por querer hacer las cosas a su manera.
Sin embargo si hay algo que he aprendido es que la paciencia es una excelente virtud y que todo el que lo practica, se ve recompensado.
Pero paciencia no es pasividad, no significa esperar a que los resultados lleguen por si solos, sino aprender a esperar los resultados y a seguir trabajando sin perder el rumbo.
¿En qué te puede ayudar la paciencia a conseguir ventas?
1) Buscar clientes y no agobiarles. Los clientes tardan mucho en decidirse, no siempre es por culpa nuestra. Existen muchas variantes que pueden intervenir. Aprender a captarlos pero no a agobiarlos es todo un arte.
2) Trabajar con la mirada puesta en el objetivo y no en el resultado a corto plazo. Es más fácil decirlo que hacerlo. Pero es importante tener los objetivos claros y perseverar.
3) Trabajar tu marca sin descanso. Para promocionar tu producto, servicio o marca personal. Hay que luchar todas las oportunidades que se cruzan porque no sabes cuál va a ser la determinante.
Actualmente es muy difícil conseguir resultados a corto plazo. Los clientes tardan mucho en decidirse, la competencia es feroz y hay que pagar facturas.
¿Qué te puede ayudar a ser paciente?
4) Reflexionar: cuánto más conocemos de uno mismo y nuestra forma de reaccionar sobre el exterior, mejor podremos controlar nuestra vida. La reflexión sobre nosotros mismos y lo que nos rodea, ayuda a captar oportunidades de empleo y/o de emprendurismo.
5) Escribir en un blog: personalmente, desde que publico mis artículos en el blog reflexiono mucho sobre mis dudas, miedos y valores.
6) Tener objetivos claros: saber hacia dónde vas y cómo quieres conseguir tus objetivos.
7) Aprender de uno mismo y del entorno: sobre lo que eres capaz de hacer y cómo puedes integrarte en esa oportunidad que hay en el entorno.
8) Diversificar tu fuente de ingresos: seamos honestos las facturas hay que pagarlas, mientras que la empresa o el proyecto se desarrolla tenemos que ganar dinero. Por mi parte, es obtener ingresos de otras fuentes hasta que tu negocio despegue.
Las estadísticas muestran que sólo a partir del tercer año las empresas empiezan a tener más clientes de los que pueden gestionar.
¿Eres paciente? ¿Cuáles son tus claves para conseguirlo?
La paciencia una buena virtud para los emprendedores.,